Mi mundo burbuja y los que están dentro de él...

domingo, 26 de mayo de 2013

El poder de algunas cosas sin importancia

Pocas sensaciones se parecen a esta, ¿verdad? Puedo diferenciar perfectamente donde empieza y termina mi alma. Cada segundo no es más que una amenaza de muerte, porque tú, tú ya te has marchado.

Vuelvo a casa caminando, despacio, mirando mis pies, ya que no tengo el valor suficiente ahora mismo para levantar la cabeza y sentirme fuerte. Y de pronto, empieza a llover. Ni si quiera voy a correr, ya no hay prisa, ya no hay tiempo. Y es justo en este instante cuando se me ocurre, que ya nada será igual.

Abro a oscuras la puerta, con un dedo, pero bajo ningún concepto encenderé luz alguna, no ahora, porque estoy enfadada con dios, y aunque no tenga culpa, me castigo con rabia en este pozo sin fondo para que nadie descubra qué ha sido de mi.

 Una vida se desploma mientras un avión despega.  Puedo ver como el cielo se enciende y mis ojos se apagan.

Así que ya es de día ¿lo es? Supongo que sí… la luz  se cuela entre las rendijas de la ventana y me pregunto, si es cierto que sobreviví a la primera noche de muchas que seguirán.

La comida no sabe a nada. Me contaron que el hambre también se ha ido. Eso sí, él volverá cuando la vida siga, y no me quedará más que alimentarme como lo hace el resto. Odio al resto, hacen cosas que yo no puedo.

Ya pasaron años. Algo más de dos, y puedo contarlo.  Eso me digo siempre. Todavía sigo desayunando con una silla vacía. Siempre sobran tostadas y es que he hecho comida para dos otra vez.

Me di un abrazo y decidí salir a  comprar. Imagino tu cara mirándome mientras te pregunto si debo comprármelo y directamente, veo una sonrisa que me invento y echo ese vestido a la bolsa.  Así funciona todo. He creado un universo paralelo donde me miento a todas horas. Sin piedad ni gloria, esa es toda la verdad. Que pueda tocarte o no, eso es otra historia. Que vives conmigo, de eso no te quepa la menor duda.


Buenas noches, yo también te quiero.

1 comentario:

  1. No sabes cómo me alegra leerte de vuelta, aunque sea con un tono, llamémoslo así, lleno de alegría.

    Me has recordado en un momento dado a una cita de Macbeth. Te la pego, pues no por famosa es menos buena:
    El mañana, y el mañana, y el mañana se deslizan de día en día hasta que nos llega el último momento; y todos nuestros ayeres no han sido otra cosa sino payasos que han facilitado el paso a la polvorienta muerte. ¡Apágate, apágate, luz fugaz! La vida no es más que una sombra que pasa, deteriorado histrión que se oscurece y se impacienta el tiempo que le toca estar en el tablado y de quien luego nada se sabe; es un cuento que dice un idiota, lleno de ruido y de furia, pero falto de toda lógica.

    Un beso.

    ResponderEliminar